Alberto Binder: “Existe un fracaso de la política de contrainteligencia”
20 Dic 2023
En comunicación con el programa de radio “Crisis en el aire” días previos al ballotage, Alberto Binder, presidente del Instituto Lationamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), analizó la falta de control sobre las inteligencias policiales y explicó el fracaso en la contrainteligencia, que provoca riesgos para la democracia en contraste con un falso concepto de comunidad de inteligencia en Argentina.
Binder explicó que hay un falso concepto de comunidad de inteligencia, lo cual provoca dos tipos de inteligencia totalmente distintos y, a su vez, un completo desorden en torno a ese sistema. En ese marco, detalló: “La producción de información estratégica nacional se quedó en una zona gris con respecto a la inteligencia criminal en la cual participan policías, que están sin ningún tipo de control pasando de un lado para el otro, la inteligencia de la gendarmería, de la policía nacional y de las policías provinciales”.
También, analizó el rol de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal, que depende del Ministerio de Seguridad: “No tiene ningún control efectivo sobre las inteligencias policiales, por lo cual aquellos que se llaman ‘agentes informales‘, que pueden responder a la Agencia Federal de Inteligencia porque supuestamente ésta genera una comunicación, queden sueltos o sometidos a las tribus generando un riesgo para la democracia realmente muy grave”.
“Esto es una tradición que nosotros hemos visto que arranca de los grupos informales de Aníbal Gordon en la época de la dictadura que se mantiene hasta hoy, y no le ponemos frenos porque siguen siendo útiles para una forma de política y operaciones muy sucias que se hacen de un lado u otro”, agregó el presidente del ILSED.
Por otra parte, advirtió que hay un fracaso de las actividades de la División de Contrainteligencia y explicó que todas las actividades de inteligencia que son ilegales, que no se hacen dentro del marco institucional, tienen que estar vigiladas y contrarrestadas por esta división.
“Estos grupos que trabajan de esta manera, sin control, pueden servir a fines espurios, a la venta, y a todo lo que hemos visto ya hasta el cansancio. También podrían hacerlo para servicios de inteligencia extranjeros. Por eso, existe un fracaso de la política de contrainteligencia, que tiene que evitar que haya cualquier tipo de inteligencia ilegal en Argentina, lo cual es una pésima noticia”.
Finalmente, Binder consideró que se ha perdido una gran oportunidad con la intervención realizada durante el gobierno de Alberto Fernández y concluyó: “No creo que Cristina Caamaño, Agustín Rossi, ni quienes están hoy en día, hayan hecho espionaje ilegal o ese tipo de cosas. Pero sí creo que no llevaron la reorganización hasta sus más profundas consecuencias y quedaron atrapados en este tipo de necesidades del poder que usa la inteligencia social, la nacional, que hoy está más limitada, pero se trasladaron los problemas de la inteligencia criminal. Ya nos hemos olvidado del ‘proyecto X’, y de muchos de los graves problemas que tuvimos y tenemos con la inteligencia criminal, que insisto, no tiene ningún marco, ningún control, ni sabemos qué es lo que hacen”.